miércoles, 20 de abril de 2016

Acto de asignación de plazas, ¡qué gran día!

Este 18 y 19 han tenido lugar los actos de asignación de plazas, donde se nos convocó a todos los aspirantes que habíamos superado la nota de corte, para optar a las 968 plazas. ¡Por fin, llegó el día que todos habíamos estado esperando!
Cuando llegamos, entramos por la calle Lope de Vega y comenzamos a apilarnos por la zona donde la mayoría pensamos que se entraba, aunque finalmente resultó ser por el lado opuesto. Tuve el gusto de encontrarme con compañeras de academia en Barcelona, me alegró ver que también lo habían conseguido. Comenzaron a llamarnos, con tono "ministérico", cómo si todo aquello les causase terrible aburrimiento, aunque de vez en cuando hacían alguna broma. Es toda una experiencia oir un chiste con un tono soporifero, os lo garantizo. Nos entregaron la credencial, a la que juré aferrarme como a la vida, pasamos el control y fuimos sentandonos en nuestros asientos, lo cual me permitió localizar a alguns personas de twitter también. Después de que todo el mundo se sentase, con mucha expectación, Miriam Martinez escogió la especialidad que quería en el Hospital Clinic de Barcelona, y dió comienzo el acto de asignación.

Salvo unas pequeñas taquicardias cada vez que oía la palabra "Sergas" (el servicio gallego de salud) lo pasé bastante tranquila, ya que el hospital que yo quería solía acabarse en números altos, y con mi número tenía buenas posibilidades. Y así, a las 10:49, apreté el intro para irme al hospital que había decidido e inmediatamente después de que la funcionaria dijera mi nombre y apellidos y el lugar de destino, la palabra "Asignada" marcó mi camino: residente de matrona.
Fue muy emocionante salir del ministerio, sensación que se incrementaba al saber que por desgracia el año que viene la elección será telemática, y se perderá la celebración de este día tan especial. Una pena que el señor Alfonso Alonso no haya venido a hacernos una visita, como ha tenido el placer de hacer hoy con los electores del MIR. Tras las llamadas pertinentes, la entrevista con CTO, y conocer a diversas personas de twitter (entre ellas Nuria, la número 2, cuyos alumnos son muy afortunados de tenerla como tutora porque es encantadora y profesional), ya solo quedaba esperar al turno de la tarde, cuando elegía la compañera y amiga con la que compartí estudio EIR y viaje a Madrid. Mientras ella estaba en el interior, pude ver la sede de CTO en Madrid, que me impresionó bastante.

Finalmente, la alegría fue completa cuando a las 17:30, ella salió con la plaza que quería y se terminaron los nervios, solo quedó la emoción (y la foto de rigor con el avatar de cartón de Javi, que no podía faltar) y la satisfacción de haberlo logrado tras mucho esfuerzo.

Desde aquí me gustaría felicitar a todos los residentes que han podido escoger plaza estos dos días, incluso a los que se han visto obligados a dejar su casa y viajar para poder especializarse. Como decía ayer una compañera en twitter, fue indescriptible estar allí, viendo a tantas personas elegir un camino que cambiará su vida, tras haber luchado contra viento y marea por estar en aquel lugar y en aquel momento. Pero seguiremos pidiendo más plazas y más reconocimiento a las especialidades de enfermería, porque mucha gente que lo merece, no lo consigue por el limitado número de plazas de formación. De nuevo, ¡enhorabuena a todos, y ánimo a quienes no hayáis podido conseguirlo. Estáis mucho más cerca de lo que vosotros creeis... y en unos meses, os prometo que habrá merecido la pena!


jueves, 7 de abril de 2016

Balance de los 2 meses de post-EIR...

Ha pasado muy poco tiempo desde el examen. Sin embargo, la vida ha cambiado muchísimo. Después de dos años sintiendo la presión sobre los hombros, esforzándome por creer en mi misma y verme capaz de sacar una plaza de matrona luchando contra todas las ideas autodestructivas que no dejan de recordarte "solo 1 de cada 15 lo consiguen... ","no eres suficiente", "te vas a quedar en las puertas...". Después de dos años privándote de ver a los que quieres, por un camino que parecía incierto, abrumada por la posibilidad de decepcionar a la gente que me había visto estudiar durante tanto tiempo. Después de meses teniendo que tomar hipnóticos para dormir, porque lo único que encontraba cuando "descansaba" eran pesadillas. Después de todo el sufrimiento, por fin, se acabó. Me reinserto en la sociedad, tengo tiempo de jugar a algún videojuego, de dibujar, de salir a hacer ejercicio, conducir, socializar... 

Todo ha cambiado mucho. De ser una estudiante Re-EIR, he pasado a ser una futura residente de matrona, apenas a 2 meses de iniciar ese duro y gratificante camino, y a ayudar a estudiantes EIR como tutora a que también consigan la ansiada plaza, algo que está siendo una gran satisfacción. Es un privilegio poder conocer las historias que hay detrás de cada persona que se deja la piel peleando por una de las (escasas, escasísimas) plazas de formación de enfermera especialista. 

En este momento soy tremendamente feliz: por tener un entorno, familia y gente que se siente orgullosa y que acompaña en este camino, por disfrutar de un ocio que hacía tiempo que no tenía, por haber conocido a gente excepcional cuando me preparaba el EIR, y por haber alcanzado finalmente el duro objetivo. 

Se ha quedado fuera mucha gente que lo merecía; es lo que implica el que existan tan pocas plazas convocadas. Formarte más no debería ser tan complejo ni tan duro, hasta el punto de afectar física y psicológicamente. Sin embargo, no os desaniméis. Se puede conseguir, y si os habéis preparado este año y os habéis quedado cerca, levantaos y pelead de nuevo. Porque lo rozáis con los dedos, y el año que viene será vuestro. 

En 10 días nos vamos a Madrid. Por lo visto, probablemente seamos la última promoción que se desplaza hasta el ministerio al acto de adjudicación. Hace muchísimos años que no voy a Madrid, y no se me ocurre una ocasión mejor que la presente. Billetes comprados, hotel reservado... solo nos queda esperar el ansiado día 18, momento que se que viviremos de forma muy intensa, entre los nervios y la felicidad del sueño cumplido. ¡Nos leemos pronto!