sábado, 6 de agosto de 2016

Acabada la rotación en Tocología

Ya han pasado las 3 semanas que iba a desarrollar en esta unidad. La conclusión es muy positiva, porque aunque desde luego no tiene la intensidad de partos, proporciona una visión muy necesaria para ser matrona.

El puerperio es un momento delicado y que se vive de manera muy distinta por cada una de las mujeres, en parte debido a la variabilidad de los partos. Sin embargo, todas coinciden en una cosa: es un momento muy intenso. Todo influye, el cómo haya sido el parto en relación a sus expectativas, su relación con las matronas que las atendieron (me gustó oir tantos comentarios positivos sobre mis compañeras), el acompañamiento de la familia, el cómo se haya adaptado el bebé a la vida teniendo en cuenta que algunos deben ser enviados a neonatos...

Como enfermera, me he sentido mucho más segura trabajando junto a mis compañeras que cuando hacía las prácticas mientras estaba en la universidad. El EIR, pese a lo duro que fue, me ha enseñado mucho en relación a mi profesión, aspectos a los que no me fue posible llegar en la carrera.

Como residente de matrona, me ha encantado poder solventar dudas sobre aspectos que ya conozco a las madres. Preguntas sobre cómo iba a ser su parto, sobre las cosas dentro de la normalidad en el puerperio, lactancia...

Sobre la lactancia hay tanto que aprender... Siento que solo estoy descubriendo la punta del iceberg. Los 3 primeros días son determinantes para decidir entre materna y artificial. Son días complicados para las madres, puede resultar muy frustrante que el bebé no deje de apartarse del pezón, o que duela una barbaridad cuando mama, o sentir que no tienes "suficiente leche" y que no se está alimentando bien. Es ahí donde es necesario que alguien formado en estos temas ofrezca orientación. Una vez queda instaurada la lactancia, las cosas se vuelven más fáciles. Como digo, tengo muchísimo que aprender, pero me ha sido muy útil empezar a ver todo lo que había estudiado en teoría, aplicado a la práctica.

Lo más satisfactorio siempre era poder hablar con total naturalidad con las madres. Si ingresan, ir a darle la bienvenida, explicarle cómo se van a desarrollar las cosas, sentarme a su lado y hacer alguna broma... Cuando conseguía poder establecer una relación así con algunas de ellas, era un placer.

También he aprendido nociones básicas de pediatría durante esta última semana. Una revisión pediátrica completa, el aplicar la vacuna de la hepatitis B si los padres lo desean, realizar las pruebas metabólicas, los potenciales evocados... y por ridículo que suene, me ha dado más confianza a la hora de coger a los bebés. Si, todavía me daba algo de susto cogerlos, porque son pequeños, blandos, resbaladizos, se mueven de forma inesperada... y ahora he ganado seguridad en este aspecto.

Ahora me quedan 2 semanas en las que pasaré por Ginecología... y luego, de vuelta a partos. ¡Tengo ganas de volver!

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